Running in time

El tiempo corre igual, pero yo corro a otro paso.
Miro el reloj y me da lo mismo que hace un segundo atrás.
Esta ahí, me indica algo que no sé que es.
Centésimas, minutos, horas, días, semanas, meses, años .
¿Acaso el tiempo lo mido en números... o en momentos?
Es así, uno no se acuerda una hora, se acuerda de una mirada.
Uno no se acuerda de su cumpleaños, se acuerda de la gente que estuvo con uno.
Uno no se acuerda de un minuto, se acuerda de un beso.
Uno no se acuerda de cuando miró el reloj hace un año, se acuerda en donde estaba cuando tenía ese reloj.
La estrategia del tiempo y la vida es extraña...
Nos regimos de números, pero a la vida le es extranjero el número en sí.
Qué importa si paso hace un mes, una semana o años luz. Lo único que va a quedar es el recuerdo en la mente infinita.
El tiempo es infinito pero se cuenta milimétricamente.
El gran paso hoy es no contar la vida de recuerdos milimétricamente, mirando la muñeca con unas pequeñas agujas moviéndose.
La vida es hoy, es mañana y es infinita. La finitud de la vida se la da el tiempo, que hoy decidí dejar de contar… y solo mirar para adelante y sentir el ruido de las agujas flotando en la lejanía .